Aunque la aparición de la hernia discal está asociada a gente de la tercera edad, en realidad es una dolencia que puede ocurrir a cualquier edad. Llevar una vida sana y, sobre todo, mantenerse activo realizando las posturas y ejercicios correctamente, son claves para prevenirla y controlarla.
Los movimientos que realizamos a través de la columna se deben gracias a la existencia de los discos vertebrales. Estos actúan como una suerte de cojinetes que permiten su flexibilidad. Pero cuando estos se aplanan, empiezan a deformarse y hacer presión sobre los nervios que rodean a la columna, causan un dolor intenso. A esto le llamamos hernia discal
.
Cuanta más presión haga el disco sobre el nervio, más fuerte será el dolor. Y este se extiende desde la espalda a las piernas. Incluso, algunos pacientes sienten entumecimiento de los pies cuando los discos presionan los nervios
La mala postura, la inactividad o la realización de movimientos que suponen una mala repartición del peso y fuerza sobre nuestro cuerpo, puede lesionar nuestra espalda causando hernias discales con el tiempo.
Prevención
Se puede prevenir la aparición de las hernias discales realizando movimientos adecuados en nuestra vida diaria, ya sea al sentarnos, levantarnos, levantar peso y hasta caminar.
También es necesario ejercitar de manera frecuente los músculos de la columna vertebral y espalda en general, ya que sobre la columna recaen funciones principales del organismo, empezando por la de mantener una correcta posición corporal, y de los movimientos del tronco y la pelvis.
Molestias como estas, además de otras lesiones, como el lumbago, dolores musculares en la espalda, son cada vez más frecuentes por llevar un estilo de vida sedentario y despreocupado por la salud. El sobrepeso y las malas condiciones físicas también pueden agravar la situación.
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